
Te amo todo, sudor y armonía
la guerra plácida de tus deseos
tu dulce rendición
Te quiero talando historias
Maravillando horas
Imaginando formas
Murmúrame palabras ideadas
Esas que no se dicen y se sienten
esas que te calcinan las médulas
Proporcióname de beber de tu savia
esa que no has existido
la latente, la vedada
Enaltécete subyugante, hombre
Llévame contigo a tus límites
Mudamente sigo en las letras.
Eyina.
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