
En ocasiones, me cruzo con la ira..., y ella porfía con tomarme el brazo, pero le digo: "¡No puedo irme contigo... trata de comprender...estoy de paso...".
Otras veces la duda me visita intentando enredarme en su fracaso, y de la misma forma me disculpo: "Perdóname, pero... estoy de paso." Algunos días es la intolerancia quien trata de envolverme con su abrazo, pero también me niego a recibirla: tendrás que disculparme...estoy de paso.
Y hay circunstancias en que el sufrimiento es el que trata de llenar mi vaso, más sé de su carácter ilusorio y no le doy cabida...estoy de paso. Incluso cuando arriban los temores -esos que asustan siempre por si acaso, con su caterva de preocupaciones! - tampoco los atiendo...estoy de paso.
No quiero demorarme en
pequeñeces...
¡Cada minuto es un tesoro escaso, que se va entre los dedos como el viento! Y como el viento...
TAMBIÉN ESTOY DE PASO!
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